Nos dejó un maestro de la independencia. Fue pedagogo y guía de músicos y, junto con su mujer, Esther Soto, uno de los fundadores de MIA, la agrupación que, en los '70, abrió el camino de la autogestión.
El viernes 26 de octubre, murió, a los 83 años, Rubens "Donvi" Vitale. Aunque era conocido como "el papá de Lito Vitale", Donvi tenía una trayectoria propia en el mundo de la música. Clarín difundió más datos que transcribimos. Sin dudas, su talento como pedagogo y el riquísimo ambiente musical que se respiraba en el hogar que formó con Esther Soto -su mujer de toda la vida- en Villa Adelina, forjaron la carrera de su famoso hijo pianista y de Liliana, su hija cantora.
"Nací en un mínimo pueblo de la provincia de Buenos Aires que se llama Maza, y a los cinco años mi profesora de piano ya me había enseñado a tocar Mozart", contaba. Su vocación fue, ante todo, la de enseñar y transmitir esos conocimientos que había aprendido desde tan chico. Innovador en el campo de la pedagogía musical, fue profesor y guía de infinidad de músicos jóvenes, entre quienes se cuentan sus hijos, Andrés Calamaro y Mex Urtizberea.
En los años '70, Donvi y Esther fueron los motores de esa experiencia innovadora llamada MIA (Músicos Independientes Asociados), una cooperativa artística independiente que desafió las reglas de la época para sembrar el germen autogestionario dentro de la música popular argentina: Los Redonditos de Ricota, por caso, guiaron su carrera inspirados por MIA. La agrupación ensamblaba a músicos y técnicos -también estaba integrada por Alberto Muñoz, Juan del Barrio, Nono Belvis, Perla Tarello, Carlos Melero, Daniel Curto, Kike Sanzol, Gustavo Mozzi y Lito y Liliana- y no sólo daba conciertos y grababa discos, sino que buscaba que sus integrantes se formaran en pedagogía.
Con el mismo espíritu independiente, Donvi y Esther fundaron también el sello Ciclo 3. Muchos de los que fueron influidos por su rica visión de la música pasaron durante el fin de semana a despedirlo por su casona de la calle Estados Unidos, en San Telmo.
Fue pedagogo y guía de músicos y, junto con su mujer, Esther Soto, uno de los fundadores de MIA, la agrupación que, en los '70, abrió el camino de la autogestión.
Imagen tomada después de la cena
Los Vitale en San Luis
LoS conoci en San Luis, en el Anfiteatro o Polideportivo de la UNSL, cuando compartía un show con Baglieto. Al finalizar, con el músico puntano Eddie Bustos y un colega, partimos a cenar a una parrilla que quedaba en Colón y Junin en el centro de San Luis. Antes, pasamos por el ex Cine Roma, entramos al recital de Alejandro Lerner que estaba finalizando y todos juntos caminando por las calles puntanas, con el saludo de la gente, compartimos una noche inolvidable, llena de testimonios, recuerdos y el entonces loco proyecto de Juan Carlos, de hacer un espectáculo en el que toda la gente tuviera linternas laser y crear un efecto lumínico inédito. Los padres de Lito, estaban siempre acompañándolo, en este y otros recitales y vendían sus trabajos musicales, con el mínimo despliegue. Recuerdo a la pareja, sencilla, con un toque bohemio y muy amable.
Después, Lito fue gerenciador del sello Calle Angosta de Villa Mercedes, realizando buenas producciones en su breve paso por los estudios de grabación sanluiseños. A este ‘amigo del alma’ que recuerdo con admiración y que con Baglietto colmaron de aplausos cada rincón en aquel recital maravilloso, tal vez hoy le sean representativas las estrofas que dicen: ‘un padre que da consejos, más que padre, es un amigo’. Esa sensación me deja el recuerdo de aquellos días.
Como corolario a esta nota, comparto con ustedes una extraordinaria poesía del rosarino JORGE FANDERNOLE, en la voz de Juan Carlos Baglietto y los arreglos musicales de Lito Vitale, incluído en el álbum "QUE MAS SE PUEDE HACER EN ESTA TIERRA INCENDIADA SINO CANTAR", ahora reeditada en el DVD "MAS DE LO MISMO".
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