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lunes, 28 de febrero de 2011

Contigo


A partir de http://twitter.com/#!/nachogutierrezr, ingreso a un recorrido inevitable y decido seguir a este fotógrafo de Málaga: Abandoné horas de sueño, para visitar un sitio que, cosa curiosa, también tiene material de amigos. ‘Espacios ausentes’, me convocó con una foto de Bergoña Veiga, de Vigo, España y las letras, me invadieron de nuevo, cuando el sol ya se despereza en el horizonte.


Aunque aún lo niegues
te quiebres, me ignores,
no hay entre nosotros
espacios ausentes.
Todos los rincones
brillan con tu luz.
Por eso soy trino,
catedral, vertiente,
pantera al acecho
y flamenco alado,
plenitud del día,
llamas de un incendio.
Soy la roca fuerte,
libélula errante,
soy un cuerpo inerme
dentro de un cadalso
y alas de gaviota
remontando el cielo.
Lo sabes ahora:
Nunca te lo dije
porque al lado tuyo
soy los mil paisajes,
lo etéreo y sagrado,
lo frágil y eterno,
beso, amor, ternura
y estas ansias mías,
que me lleves siempre
para estar contigo.


Texto: María Evelia Pérez Nicotra
5.57 am. del 28.2.11
Foto: Bergoña Veiga-Vigo-Epaña

jueves, 24 de febrero de 2011

El mensajero



“HAY QUE MATAR EL MENSAJERO”

“Si hay victoria en vencer al enemigo, la hay mayor,
cuando el Hombre se vence a si mismo”


JOSÉ DE SAN MARTÍN (25 de febrero de 1778-
Fecha probable de nacimiento)


Había que matar al mensajero, amor.
Calcinar el mensaje. Lapidarlo.
Vaciar la memoria y las ideas.
Momificar la carne.
Apagar los relojes. Detener el tiempo.
Hoy es hoy. No hay ayer.
Hay que borrar las huellas.
“No hay muertos, solo desaparecidos”
Cerrar los ojos, los oídos, la boca.
No mires, no escuches, no hables.
Hay que talar árboles, raíces, frutos, brotes.
Matar al enemigo, amor.
Dejar vivo al Flautista de Hamelín.
Alimentar hocicos y cuidar el queso.
Apagar el sol. Tapar la luna con las manos.
Detener el río. El mar y las mareas.

Yo te visto, tristeza, de rodillas.
Abatida entre huertos de angustia.
También te he visto, levantarte.
Elevarte entre tristísimas naranjas.
Acariciar la desnudez de los duraznos.
Vencer al enemigo que hay en ti.
La luz, inmensa gira.
Entre molinos, vientos y revoluciones.
Gira, gira.


Amelia Arellano
Poeta-San Luis-Argentina
25.02.2011 – 5.00 am
Imagen: Rafael Navarro
http://elblogderafan.blogspot.com

miércoles, 2 de febrero de 2011

Cartagena exhibe la magia de Gabo


Al ser conciente de que Cartagena está más lejos de mis aspiraciones de lo que se ve en un mapa, tomo una nota digital interesante para publicar, ya que admiro a la distancia, a un escritor del que siempre trato de saber más.

Tengo esporádicos contactos con un familiar suyo y se que ese extenso y anhelado reportaje, no podré concretarlo. Es por eso, que me tomé la libertad de rescatar esta nota para mis amables lectores.

El colega Ignacio Bazarra de la Agencia Noticiosa EFE, realizó una entrevista a Jaime García Márquez, hermano de Gabriel, o Gabo dicho afectuosamente. Un lujo para compartir, que acá transcribo.
La administradora.

Arte y gente |31 Ene 2011 - 10:23 am

Cartagena exhibe la magia de Gabo

Jaime García Márquez, hermano del Nóbel, explica la ruta literaria 'La Cartagena de García Márquez. Historias reales e imaginarias'.

“No me quisiera morir sin ver a Gabito otra vez en Cartagena”. A sus 70 años, el ingeniero Jaime García Márquez anhela pasear de nuevo con su hermano mayor por las calles de la ciudad donde el Premio Nobel vivió y escribió buena parte de sus mejores páginas.

Mientras aguarda ese momento, Jaime sigue ejerciendo de cicerone para algunos privilegiados que aparecen por Cartagena de Indias atraídos por el olor a almendras amargas y los amores contrariados de Florentino Ariza y Fermina Daza.

Los protagonistas de 'El amor en los tiempos del cólera' contuvieron su pasión durante 53 años, 7 meses y 11 días por jardines, casas y plazas de esta ciudad a la que Gabriel García Márquez llegó en 1948 y en la que todavía conserva su casa orientada al mar Caribe, obra del arquitecto Rogelio Salmona.

A partir de esta semana, los turistas que arriben a Cartagena ya no necesitarán molestar a Jaime porque podrán recorrerla siguiendo una ruta literaria que se detiene en cada uno de los escenarios, reales o inventados, de novelas como 'El amor en los tiempos del cólera', 'Del amor y otros demonios' y 'El general en su laberinto'.

'La Cartagena de García Márquez. Historias reales e imaginarias' es una iniciativa del propio Jaime García Márquez, vicepresidente de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, así como de la Universidad Tecnológica de Bolívar y las autoridades turísticas.

“La materia prima de su obra es la vida”, asegura el hermano del Nobel. “Para mí, el realismo mágico no es más que la realidad elevada a categoría literaria”. Por eso Cartagena alberga no sólo lugares con evocaciones novelescas sino rincones que guardan una estrecha relación con la biografía de Gabo.

Jaime se siente como una especie de “ventrílocuo” que habla por boca de su hermano con los periodistas ante los problemas de salud que mantienen alejado de los focos al autor de 'Cien años de soledad'. Para él, ser hermano de Gabo “es una cosa prodigiosa”.

El ingeniero, como millones de lectores, no descarta poder leer algo nuevo del Nobel. “La esperanza es lo último que se pierde. Ojalá podamos encontrar algo nuevo de Gabito”, señala.

Se conforma mientras tanto con volver una y otra vez sobre la obra garciamarquiana, sin descanso, porque siempre que relee esos libros se activan los espacios dormidos de la memoria.

“Lo más curioso -afirma- es que cuando los releo, la sensación que tengo es que lo estoy leyendo por primera vez y que lo que yo leí en el pasado no tiene nada que ver”.
Ese territorio en el que se confunden lo inverosímil y lo real cobra vida cada día en Cartagena, una ciudad que Jaime conoce bien pero que ha redescubierto gracias a su hermano.

“No sé si a mí Cartagena, sin haber leído a Gabito, me impactara lo mismo que me está impactando ahora. Estoy convencido de que él tiene mucha influencia de la mirada que tengo yo ahora de Cartagena”, explica.

Jaime, que se lleva con Gabriel 13 años, no recuerda en qué momento supo de la vocación literaria de su hermano. Aquel día de 1947 en que, siendo él un niño, llegó a la casa de Sucre un ejemplar de El Espectador con 'La tercera resignación', el primer cuento impreso de Gabo, fue tal el alborozo que pensó que Gabriel había triunfado como cantante.
“Estaba convencido de que él se había metido a cantante, y al verle en una foto... Él pasaba muchas horas (ensayando) con mi hermano Luis Enrique, un músico y guitarrista extraordinario, y tampoco dudo de que Gabito también hubiera sido un músico extraordinario si se hubiera dedicado a la música”, recuerda.

Los García Márquez crecieron bajo la influencia de la madre, como hijos de la cultura guajira, donde todo gira alrededor de la mamá, en este caso Luisa Santiaga Márquez. “Los hombres en la familia somos feministas -bromea Jaime-, somos todos unos edipos encentrados pero que se nos sale por los poros”.

'El amor en los tiempos del cólera', recuerda, “no es más que una metáfora de los amores contrariados de nuestros padres. Ahí esta totalmente la historia completa desde el principio hasta el momento en que la escribió. Obviamente con matices y cambios, que es el aporte literario que él le da a esas historias”.

“Porque la historia seca no tiene el mismo sabor que la historia contada por Gabito, porque le agrega esa genialidad que tiene él para hacerlo”, subraya orgulloso su hermano.
¿Y cómo está Gabriel? “Afortunadamente tenemos a Gabito por mucho tiempo más y ojalá fuera eterno. Pero si no lo es, porque definitivamente es imposible, se va a quedar en el corazón de muchas generaciones, y al final seguirá siendo eterno”, sentencia.

Jaime ha llegado a la entrevista afectado por la noticia de la muerte en Barranquilla de su medio hermano Abelardo, hijo de una relación anterior al matrimonio de Gabriel Eligio García. Quizá por eso le late en el corazón un deseo: el del regreso del hermano mayor a la tierra mágica.



Foto: Jaime García Márquez, hermano del Premio Nóbel de Literatura, es el creador de la ruta literaria 'La Cartagena de García Márquez. Historias reales e imaginarias'.
elespectador.com