martes, 21 de septiembre de 2010
A mi primavera
A pesar que no es la misma primavera
y la hierba no se pega a mis ropajes,
la urdimbre de la vida espera
en cada rincón y enredadera
Y no me importan más mis años,
ni la ansiedad de ver otro septiembre,
tan solo el prodigio de la vida
que se brinda de nuevo a manos llenas.
Puedo traer de mis mejores tiempos
el penetrante olor de las glicinas
cubriendo antiguas galerías
y las miradas de amor a escondidas.
Algunas veces, observar el duraznero,
o gozar en la campiña florecida
el milagroso renacer de todo
Y el regreso de mis utopías.
Volver del fondo de mis días
para recrear mi lejano nacimiento,
recordar mis padres, mi vereda
y los juegos junto a las quimeras.
Todo es ganancia, pero diferente:
mirada calma y solitaria el alma,
porque hoy nace la ecuación perfecta
de lo que pude ver y estoy mirando.
Texto y Foto: María Evelia Pérez Nicotra
el 24 de septiembre de 2010, en el
día de mi cumpleaños.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAmigos y colegas: Gracias por los comentarios que recibi en mi correo personal y a Marta, por ponerle música. En eso estaba también, con la compañía de la guitarra.
ResponderEliminarEntre la vida de estos tiempos y la primavera que está a mi alcance ver, hay una ecuación perfecta.
Esto en lo relativo a esta maravillosa estación, en la que todo vuelve a renovarse y nacer.
Espero que todos la disfruten, como me sucede a mi, cuando en el fondo de mi casa, aparece la primer flor del duraznero.
Armé un texto para agradecer y explicar un poco el final del poema. Hubo variadas interpretaciones. No se subía. Hice un segundo intento y salieron los dos similares. 5.13 am del 28 de septiembre y el sueño, puede todo no?
ResponderEliminar